• info@adepam.mx
  • Roldan 13, Axotla, Alvaro Obregón, Ciudad de Méxio, CP 01030

Gaby Brimmer

SEMBLANZA

Gabriela Raquel Brimmer Dlugacz (1947-2000)

Aquí nací, en el D. F., en la ex-región más transparente, el 12 de septiembre de 1947, padeciendo parálisis cerebral, la cual me impide valerme físicamente por mí misma, sin embargo, con el leve movimiento de mi pie, escribo todo lo que se me cruza por la mente.

A los ocho años de edad, ingresé a la primaria del Centro de Rehabilitación Musculo Esquelético, donde encontré a un ser humano que supo impulsarme hacia las letras, fue la Maestra Margarita Aguilar.

El ambiente cultural de mis padres era muy elevado, sobre todo el de mi papá y como es normal, me quede con el espíritu de saber de él y la gran sensibilidad de mi madre, por otro lado, ambos escribían muy bien.

Al transcurrir el tiempo entre los libreros llenos de sabiduría, juegos infantiles y tareas por escrito, me adentraba en la literatura. En 1964 logré entrar a la Secundaria 68, una escuela regular, donde tuve como maestro de lengua española a Jorge Aguilar Mora, poeta quien influyó para que leyera más poesía, y así fue como, con timidez de adolescente, empecé a escribir poemas que guardo como un tesoro; recuerdo cuando mi madre descubrió uno de ellos, lo leyó y con lágrimas me instó a seguir escribiendo y comenzar la recopilación de cada escrito, ya fuera de la escuela o personal, porque ella pensaba en un libro mío.

En 1967 entré a la Preparatoria 6 y por ese tiempo murió mi padre; esta pérdida fue un trauma para mi pues además del amor que me daba, era mi guía en varios aspectos de la existencia humana.

En 1968 estalló el movimiento estudiantil y a partir del trágico e injustificado “2 de octubre”, la existencia de miles de mexicanos no fue la misma, al menos yo no sería lo que era antes y en mi poesía lo reflejaba todo.

En 1971 me matriculé en sociología en la UNAM, en donde cursé tres semestres de dicha carrera; por decisión familiar la tuve que suspender, en 1974 regresé y me inscribí ahora en periodismo. Debido a las barreras arquitectónicas y humanas de la UNAM, de nuevo solo estudié dos o tres semestres, además que en ese entonces adopté a una niña, era mayo de 1977 e iba a cumplir los 30 años.

Vivir en México quiere decir muchas cosas, ser o no ser, revolucionaria, feminista, antiyanqui, jipi o todo lo contrario. Y también suele suceder que se finge lo que no es o se pretende negar lo que se es; nos ponemos la máscara de la conveniencia en todos los ámbitos de la vida, es una manera de sobrevivencia.

Mi madre siguió juntando cada escrito, pero también los criticaba muy duramente. Con esto me ayudó a entender lo que la gran poeta y escritora Rosario Castellanos recomendaba, para escribir bien, hay que ser claros y precisos, muy cierto. A base de leer mucho y escribir otro tanto, le hice caso a mi madre no sin poner algo de lo mío.

Ella seguía con la idea de editar un libro mío y en 1979 logró su objetivo con la valiosa ayuda de Elena Poniatowska quien realizó mi biografía.

En 1980 salen los libros de poemas y de cartas, en ese mismo año conocimos al cineasta Luis Mandoki, quien quiso que yo le escribiera el argumento de la película de mi vida; escribirlo me llevó ocho meses, la película lleva el nombre de “Gaby una Historia Verdadera” y se presentó en el año de 1987.

Poco después, escribí los cuentos de mujeres que viven distintas situaciones, pero con un común denominador, la soledad y la falta de alternativas. Estos cuentos los recopilé después de la muerte de mi madre y de haber tenido que madurar más.

En 1989, con el deseo de ayudar a quienes tienen el cuerpo en mil pedazos y la mente libre, o por ocuparme en otros asuntos más terrestres, no lo sé aún, fundé con unos amigos la Asociación para los Derechos de Personas con Alteraciones Motoras ADEPAM, I.A.P.

El 24 de abril de 1995, tuve el alto honor de recibir “La Medalla al Mérito Ciudadano”, de manos del Lic. Manuel Jiménez Guzmán, Presidente de la Comisión de Gobierno de la Asamblea de Representantes de D. F. I Legislatura.

El 25 de mayo de 1996, pasé a formar parte, con el cargo de “Vicepresidente” de la mesa directiva de la Confederación Mexicana de Limitados Físicos y/o Representantes de Deficientes Mentales A. C.

En el mes de junio de 1997, me otorgaron el cargo de “Representante del Comité de Mujeres con Discapacidad” Región Latinoamericana, por parte de la Organización Mundial de Personas con Discapacidad (OMPD).

Como representante del Comité de Mujeres con Discapacidad, Región Latinoamericana de la OMPD, realicé el primer foro “Liderazgo y Derechos de las Mujeres y Niñas con Discapacidad” del 12 al 14 de noviembre de 1998. He participado en una gran variedad de eventos Nacionales e Internacionales, en busca de mayores alternativas para nuestra mejor Rehabilitación Integral e Incorporación Social y aunque ha habido cambios, falta todavía mucho por hacer.

Algo que me ha servido mucho a lo largo de mi existencia, es el estar bien consciente de las cosas que puedo hacer y de las que no, por ejemplo: sé que no puedo correr, pero con mi pensamiento puedo volar en fracción de segundos al más distante de los lugares; se me dificulta hablar, pero mis libros, mis cartas y mis poesías hablan mucho por mí; mis manos tal vez no puedan hacer una caricia y sin embargo he sabido amar como mujer, como madre y como amiga.

Yo sé, que lo limitado de mi condición física, no me impide ser creativa y tener muchas ganas de vivir, por ello pienso que quienes están en los inicios de la vida, los que tienen salud, los que han tenido la suerte de haber recibido educación, quienes cuentan con el apoyo de sus padres o el respaldo de su familia, no deben nunca sentirse derrotados, ya que tienen un compromiso con la vida, con su familia, con su Estado y con su País, además de formarse como hombres y mujeres íntegros y honestos para un futuro mejor.

Gabriela Brimmer D.

Gaby murió el día 3 de enero del año 2000, dejando una honda huella en quienes la conocieron, así como una gran sensibilidad y compromiso respecto a la discapacidad y a la institución que ella fundó, ADEPAM Gabriela Brimmer, I.A.P.